Una visión positiva de lo vivido.
Aunque resulta casi obsceno hablar de lecciones positivas de la crisis con varias decenas de miles de muertos sobre la mesa y varios millones más de desempleados, sin duda podemos y debemos obtener lecciones positivas cara al futuro.
La mayor sorpresa positiva, o quizás la única, ha sido la capacidad de las empresas españolas de adaptarse y continuar sus operaciones a pesar, tanto de las limitaciones impuestas por la situación como de la poca preparación que la mayoría de organizaciones teníamos para afrontar una crisis como ésta.
Retos para el futuro.
Esta crisis es coyuntural, no estructural, y por lo tanto no afectará notablemente a las dinámicas de los mercados a medio y largo plazo. A nivel de las organizaciones sin duda se desarrollarán notablemente y cobrarán gran relieve los comités y protocolos de gestión de crisis, los análisis de riesgos y los planes de contingencia. Las empresas estarán más preparadas para afrontar una crisis de cualquier tipo, aumentarán en gran medida su resiliencia y consecuentemente se reducirá su exposición a posibles “cisnes negros”.