Una visión positiva de lo vivido.
Se ha demostrado que el ser humano es capaz de lo mejor en los momentos de crisis. La solidaridad por parte de las compañías y la responsabilidad de los que han estado en el frente de batalla a pesar de los riesgos como servicios esenciales pensando en los ciudadanos, nos hace más fuertes como sociedad.
Además ahora somos mucho más conscientes de nuestra fortaleza tecnológica como país, con miles de trabajadores y estudiantes en casa, que han tenido que mejorar sus habilidades digitales en tiempo record. Todo ello nos lleva a una realidad mucho más orientada a la flexibilidad y a la conciliación. !Si, es posible!
Retos para el futuro.
Creo que veremos un tipo de liderazgo mucho más humanista. Necesitamos líderes estratégicos capaces de tomar decisiones en una realidad más Vuca que nunca, que sepan gestionar la incertidumbre y las emociones de sus colaboradores. Un líder facilitador sistémico donde la confianza y la comunicación en un entorno Smart working donde sea posible, pasará a primer plano.