Una visión positiva de lo vivido.
El mismo espíritu de colaboración y de “arrimar el hombro” que hemos visto en tantos estamentos de la sociedad se ha demostrado también en el entorno empresarial. La manera de llevar a cabo iniciativas en tiempo record, repartir y simplificar tareas y trámites internos en la empresa, avanzar inexorablemente en la transformación digital e implantar soluciones de teletrabajo y, sobre todo, cómo las personas están ofreciendo lo mejor de si mismas en un entorno tan volátil, cambiante y exigente, nos hace sentir especialmente orgullosos.
Retos para el futuro.
El mercado va a ser diferente. Tenemos que analizar como nos vamos a adaptar a la “nueva normalidad” a la que nos vamos a enfrentar. Desde el punto de vista de RRHH tenemos un reto: mantener el compromiso que la dificultad ha generado entre empresa y trabajadores. Con el esfuerzo de todos juntos, puede vencerse cualquier dificultad.