
Una visión positiva de lo vivido.
Como toda crisis, junto con la sensación de incertidumbre y miedo que generan las mismas he percibido varias cosas positivas. En primer lugar, la siempre sorprendente capacidad de reacción y de adaptación que tiene el ser humano a nuevas circunstancias. Hemos sido capaces de entender que se esperaba de nosotros y dar una respuesta acorde con el nuevo entorno. Y todo ello, en un entorno tecnológico nuevo y una forma de trabajar, desde casa, que ha supuesto un acelerón de la transformación digital de la que llevamos años hablando y de repente, ha dado un salto cuántico dentro de nuestra vida profesional diaria. Además, me han sorprendido, igualmente, la respuesta positiva de las personas y de los equipos, siendo capaces de hacer un esfuerzo monumental con la premisa de mantener vivas las organizaciones y anteponer el bien colectivo al individual.
Por otro lado, la incertidumbre política, social y económica ha regenerado y avivado la fuerza de la sociedad civil, que es capaz de nuevo de hacerse oír y de dar respuestas a colectivos determinados que han sido especialmente dañados en la crisis. Finalmente, nos encontramos ante una sociedad, unos profesionales y un mundo empresarial que ejerce su increíble empatía y capacidad de ponerse en el lugar de quien lo está pasando mal y está necesitada del apoyo no solo moral, sino económico.
Retos para el futuro.
El mundo digital ha incrementado su presencia entre la vida de los profesionales, en niveles que pensábamos que iban a tardar años en llegar. Ese impulso de lo digital ha hecho que todos aprendamos más rápido, que nos hayamos demostrado a nosotros mismos que somos capaces de movernos en este entorno y de responder a los retos que lo digital nos plantea. Teletrabajo, equipos móviles, respuestas tecnológicas…. todo lo que iba a venir ha aparecido de repente y las empresas y sus profesionales van a convivir con ello de forma natural y habitual. La presencia física no va a ser necesaria como hasta ahora. Van a crecer los centros de decisión multinacionales, basados en una ubicación, desde los que se van a poder dirigir los negocios de forma remota pero muy directa a la vez. Finalmente, los clientes, empleados y la sociedad van a demandar entornos mas seguros, sanos y saludables; la RSC va a ocuparse de ello, y con ella parte de la estrategia y de la actuación empresarial. El desarrollo del comercio on line será otro de los puntos a seguir muy de cerca.